Como cocinar en casa comida saludable para la Navidad

Cuando llega la Navidad existen dos posibilidades: o bien vamos a cenar o comer a casa de un familiar o amigo, o bien nos toca a nosotros cocinar en casa. Cuando estamos intentando alimentarnos de una forma más saludable, por ejemplo, intentando evitar los ultraprocesados y los azúcares añadido, puede resultar complejo ir a casa de alguien a comer. Sin embargo, ya sabemos qué alimentos es más recomendable que elijamos y evitar posibles atracones.

Cuando toca cocinar en casa la cosa cambia y puede complicarse un poco. En principio, podría parecer más sencillo porque podemos  elegir nosotros los alimentos. Sin embargo, la realidad es que en Navidad se suelen esperar una serie de platos concretos, muchas calorías, dulces, alcohol  que no siempre podemos evitar. Por ello, existen algunos trucos y recetas que podemos seguir y conseguir que nuestros platos saludables gusten a todos.

Incluir colorido en nuestros platos

Uno de los problemas que habitualmente se le suele achacar a la comida saludable es que «es aburrida» o que «siempre es lo mismo». Los platos con salsas calóricas o ultraprocesados suelen tener no solo olores más fuertes y apetitosos, sino que tienden a ser muy vistosos y bonitos a la vista. Esto hace que los platos sean mucho más deseables para los comensales y dar, incluso antes de probarlo, una sensación de tener buen sabor.

 

Por suerte esto es algo que podemos conseguir también con la comida más saludable. Hacer uso de salsas de tomate caseras, de hierbas aromáticas que hagan contraste con los alimentos cocinados, o utilizar frutas de diferentes colores nos pueden ayudar a dar ese toque vistoso, original y colorido

Para el aroma, especias

Igual que con el sabor, el olor de los alimentos es extremadamente importante para hacer que estos sean apetecibles. No solo para nuestros invitados, sino también para nosotros. Para conseguir este olor las especias pueden ser nuestras grandes aliadas. Es importante que conozcamos los gustos de nuestros invitados, y que utilicemos el tipo de especia que a ellos más les guste.

 

Una de las ventajas de las especias es que además de dejar un olor delicioso por toda la casa, aportaran un toque de sabor y de color a nuestros platos. Además, gracias a ellas podemos omitir las salsas sin renunciar al buen sabor. Las especias como el chile, el curry, el ajo negro, la albahaca o la pimienta son buenas compañeras de nuestros platos saludables.

 

Utilizar reemplazos en algunos ingredientes

Si en nuestra familia son muy tradicionales con la comida o cena de Navidad es más que posible que este año nos pidan los mismos platos que se han cocinado toda la vida. Es muy probable, también, que esos platos incluyan ingredientes que sabemos que no son demasiado saludables como las salsas, crema,  margarina o la mayonesa.

Por suerte para nosotros, gracias a los reemplazos podremos cocinar los platos tradicionales de una manera más saludable y nuestros familiares no se darán cuenta de que no lleva exactamente los mismos ingredientes de siempre. Para ello podemos hacer uso de queso fresco batido, tofu blando que batiremos, , crema de avellanas casera, aceite de oliva virgen extra o el tahini.

 

Cambiar la forma de cocina

En ocasiones es en los pequeños cambios donde están las mayores diferencias. En Navidad también podemos hacer uso de esta idea para conseguir cocinar más saludable sin que se note en el sabor o en el aspecto. Para ello podemos hacer pequeños cambios en la elaboración de los platos que, a largo plazo, marcarán una diferencia significativa.

Una idea es prestar atención al aceite que utilizamos. Para ello, por ejemplo, podemos cambiar el uso de aceites refinados como el de girasol por otros aceites como el aceite de oliva virgen extra o incluso el de coco si es el único que tenemos a mano – o lo necesitamos para un postre -. Otro detalle que hace la diferencia es huir de los fritos y utilizar el horno a cambio. Si vamos a cocinar alimentos rebozados, podemos evitar las harinas refinadas o el pan rallado y utilizar harinas integrales como la de espelta o la de centeno. En vez de pan rallado la avena es una idea excelente. Son cambios pequeños pero que serán muy importantes para nuestra salud.

 

 

Postre sí pero sin azúcar

Como en muchas familias, el postre es algo que no puede faltar, por lo que cuando los preparemos debemos  asegurarnos de que sean realmente dulces aunque no contengan azúcar.

O, al menos, de que incluso su sabor es lo suficientemente rico como para que no haya problema si no sabe demasiado dulce. Por suerte hay varias opciones para elegir. Entre ellos, la crema de chocolate, palta y banana con dátiles suele ser un éxito. Las trufas de chocolate también están deliciosas

 

 

Imágenes : Unsplash, Directo al Paladar

Fuente: Vitonica